08 enero, 2008

The love boat

Leía plácidamente recostada en el confortable sillón del barco que me conducía a la siguiente isla. Había conseguido encontrar una sala desierta por completo en la cual refugiarme para huir del ruido y de la vorágine de los demás salones. De pronto, algo captó mi atención más allá de mi espacio vital. Era una joven mujer. Nuestras miradas se cruzáron tímidamente, y ella pronunció un casi imperceptible !Hola! esbozando una leve sonrisa. Yo, le correspondí de igual manera. Continuó recorriendo el pasillo mirando a cada lado. Algo en ella me hizo seguirla con la mirada. Su piel era del color del ébano, y sus largas piernas nada tenían que envidiar a las de cualquier top model. Sin duda era una atractiva fémina. Volví a sumergirme en mi lectura, mas rápidamente la presencia de dos personas me distrajo. Alzé la vista y de nuevo la ví. Esta vez, venía acompañada de un joven mancebo, mulato como ella. Una voz en mi interior, me susurró que algo especial iba a ocurrir. Así que presté atención a lo que se avecinaba. No tardó en comenzar. Se habían sentado unos asientos más allá del mío, en la misma fila. Empezé a escuchar risas cómplices y nerviosas y supe que iban a dar rienda suelta a su pasión. Estiré mi cuello para poder alcanzar a ver lo que allí se acontecía. En ese preciso momento ella agachó su cabeza y desapareció tras la butaca. Podía escuchar el murmullo de placer de su amante. Puse en marcha mi imaginación y pude ver claramente cómo ella se había doblegado ante el sediento falo de su semental. Sus movimientos eran lentosy sensuales. Primeramente le rozó con la ropa puesta, seguidamente se despojó de su camiseta de lycra azul dejando a la vista un pecho totalmente perfecto. Sus pezones habían cobrado vida y se erguían desafiantes ante semejante escultura de la naturaleza. Jugueteó lentamente con el miembro viril, rozándolo sutilmente, como por casualidad. Sabía perféctamente lo que hacía. Siguió subiendo hacia arriba, acercándose a la cabeza de la puerta de la felicidad. Ésta vez se lo introdújo en la boca. Lo saboreó lentamente cual manjar de dioses. Lo absorbió, lo exprimió, lo hizo suyo.... Él metió la mano dentro del pantalón de su musa queriendo calmar los golpes de placer que sentía. Cuantas veces había visto yo escenas así en las pelis porno. Típica escena de una pareja liándose y alguien observando. La tercera se anima ante la visión y empieza a disfrutar de su cuerpo. Jamás imaginé verme en semejante tesitura. Y allí estaba yo, en primera fila presenciando semejante festín. El último del 2007, era noche vieja. No me quedó más remedio que ceder ante lo que era ley de vida. Me cobijé bajo mi chaqueta, desabroché mi pantalón y di rienda suelta a lo que cualquier expectador hubiera esperado y deseado. Mi temperatura corporal subía por momentos. Y en ese preciso momento, en medio de la fantasía de mucha gente, mi propia fantasía emergió clara ante mí. Estaba en una habitación de estilo barróco.La gran cama con doseles se alzaba majestuosa en el centro del aposento.Blancas y transparentes telas colgaban de ellas, dándoles un aire de pureza, de realeza. Mis vestimentas eran de época, incluyendo una gran peluca blanca. Pienso en tí Mr T, sí en tí. Apareces en la imagen, vestido también en armonía. Me agarras por detrás, me empujas hacia uno de los doseles y comienzas a viajar entre las capas de ropa que llevo. El vestido primero, cae rasgado por las garras de la pasión y tus ansias de mí. El cancán, te entretienes en su testura. Estás ávido de mi blanca piel. Sigues recorriéndome con tus manos. Una a través de mi estrecho corpiño. La otra sigue su propia trayectoria traspasando todo tipo de tejidos. Finalmente llega a su meta. Ahora le toca a tu lengua que baila de forma acompasada entre mis labios húmedos como queriendo descubrir los ángulos más recónditos de mi preciado secreto. No puedo evitar gemir de placer y me abandóno a esa grata sensación. Vuelvo al barco, y miro de nuevo. Ella está sentada encima de él, siendo penetrada salvajemente por su sexo, observándome. No con timidez como anteriormente. Sino con descaro, con lascivia, provocativa........como invitándome que me uniera a su fiesta privada. Una voz de megafonía nos saca de ese estado de trance. Señores pasajeros, próxima estación: LUJURIA.

Relato enviado por "La Dama de Hielo"

4 comentarios:

Erotikus dijo...

Para firmar cómo la Dama de Hielo tus palabras derrochan sensualidad y te espero de nuevo en tu próxima estación: LUJURIA.
Besos eróticos

Anónimo dijo...

Gracias por tus palabras, Erotikus. Aunque parece q. la gente más q. en lujuria me espera en Desidia. A veces lo bueno se hace esperar, y hay q. leerse algo más extenso q. las instrucciones del puré de patatas para poder gozar de algo rico, rico.........

De todas formas, gracias por leérme como siempre.

Besones como fresones

Anónimo dijo...

Uisssssssss, que bonito viaje, muy placentero, el sueño de toda persona , tener una calida brisa y un viaje para desatar los instintos mas salvajes y sensuales,. Pero..... me quedo con el pensamiento de la cama de dosel de telas blancas y sedas vaporosas, la dama de hielo con un blanco corpiño y sus pechos turgentes asomandose dejando ver sus pezones color rosita, como si de una frutas rojas se trataran, umm...., probar esos pechos mientras mi mano se desliza a su entrepierna para notar la calided de su sexo,pide ser tocado, su humedad lo delata, hummmm, rico nectar de la naturaleza derramandose de su sexo.

Ya sabes quien soy yo ,

Tu ChUlAzO!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Madre míaaaaaaaa, chulazo, eres el mejor! Llevó días ahorrando para q. nos podamos reencontrar en la estación de la Lujuria y viajar hacia paises y tierras desconocidas.

Solamente experimentables gracias a la destreza de tus manos y la sensualidad de tu cuerpo.

Te espero en el último vagón, el q. lleva las luces rojas........gracias por recogerme