01 febrero, 2008

Allegro man non tropo

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Él era músico. Era un gran concertista. Recorría cientos de países deleitando a propios y ajenos con su arte. Pero, los mejores conciertos los ofrecía en casa. Tenía un gran piano de cola en el salón. Todavía recuerdo la primera vez que me llevó a su casa.
Me llevó hasta una enorme estancia, rodeado totalmente por una cristalera que dejaba ver las maravillosas vistas del río. La imagen estaba coronada por un fastuoso piano de cola negro colocado estratégicamente al lado de la interminable cristalera. Sentí un escalofrío, mi estómago se encogió.
Sacó un gran reserva y copas de cristal de bohemia. Supe clarisimamente que iba a ser diferente. Que iba a suceder algo extraordinario. Bebimos, charlamos, nos hicimos confidencias a través de nuestros ojos, nuestras manos, nuestra piel... Se ofreció a tocar una pieza. Me senté a su lado. Según tocaba más y más, el ambiente se iba haciendo insostenible. Depronto él me elevó sobre el piano, me colocó delante de él. Levantó mi vestido blanco de lentejuelas y empezó a tocar.
Tocaba el piano con una mano, mientras deslizaba la otra sigilosamente entre mis muslos intentando buscar mis teclas del placer. Jamás me habían acariciado con semejante dulzura, semejante delicadeza. Con tanto arte! Comencé a devolverle sus caricias con mis pies por encima de su pantalón. Juntos estábamos componiendo la más bella de las sinfonías.
Y allí mismo, encima de la cola de su piano hicimos el amor. De forma tierna pero apasionada. Con dulzura pero intensamente. Nos abandonamos al placer reando nuestra propia melodía. Gemidos de mezzosoprano y suspiros de tenor. Todo ello en Re Mayor y con silencios de semifusas. ¡Mucho mejor queLucy in the Sky with Diamonds!
¡Qué gran obertura! Hicimos música reiteradas veces. Bach, Schubert, Mozart......que más da. Lo único importante es que nos amábamos, deseábamos, uníamos, fundíamos en blanco y negro al amparo de las teclas del piano y al trasluz de los destellos del río.
Toda melodía tiene un final. Un día se marchó para siempre. Yo compré un piano. Y desde entonces todas las noches descanso sobre él, con un gran reserva intentando recordar sobre qué teclas deslizaba sus grandes y suaves manos de artista. Intentando rememorar las notas antaño escuchadas. No lo conseguía y mi único deseo era el de poder decir eso de: Tócala de nuevo Sam. Relato y foto enviados por: La dama de hielo

10 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Harás otro relato para una noche de saxo? Algunos dicen que es el más erótico de todos los instrumentos...

Yo no sé ni tocar la pandereta, pero escuchar música... todos los días.

Anónimo dijo...

Pide y se te concederá. Yo tocaba el chelo, algo de guitarra y bueno cantar a todas horas y de tó.

Asi q. si no hay más por lo menos daremos el cante jejeje.

Gracias por tu seguimiento.

Anónimo dijo...

Pues si que eres un mar de sorpresas, si va a ser que eres una chica del Renacimiento...

Si eres igual de completa entre las sábanas - que no lo dudo- entonces ya eres un sueño inconfesable para muchos. ¡Ay qué suerte tendrán tus amantes! Les tocarás el cuerpo como acariciabas el chelo, sacarás sus mejores notas igual que a una guitarra con el roce de tus uñas, y además les cantarás mientras se duchan para despertar de su sueño después una noche de hielo y humedades.

Pues nada, busca inspiración para esa canción de saxo... y te lo agradecerá el foro entero.

Si yo consigo que poses para mi tendré que elegir bien los discos... ¿o los eliges tú?

Anónimo dijo...

Jajajaja. Al final vas a conseguir q. me avergüenze. No se si seré un sueño inconfesable o no. Yo sí los tengo.......pero cada vez los confieso más y a la vista están jejeje.

La música te dejaré q. la elijas tú. Mientras sea blues, jazz o algo realmente bueno.

Pero lo q. tengo claro es q. si algún día posara como sería. Ya tengo la imagen en mi mente...

No se si al igual q. yo escribo relatos concertados,jaja, pintas cuadros a la carta. Si eso, me pido uno.

Anónimo dijo...

A la carta no suelo trabajar, que no tengo un restaurante, pero sí suelo admitir sugerencias de mis modelos para las poses. Vamos, que ni tengo un menú del día inalterable, ni tampoco dejo que la creatividad del "cocinero" se vea limitada por demasiadas instrucciones de los visitantes del local.

Digamos que es una cosa a medias: yo dejo que la situación propicie una pose interesante, que la modelo haga suya la situación y luego, en función de lo que veo, sugiero cambios para que el resultado sea suficientemente motivador.

Pero tú pide pide, que si el "cocinero" está por la labor, guisamos un cuadro para chuparse los dedos. O para que se los chupe el que lo vea en la próxima expo...erotikus.

Anónimo dijo...

Disculpa si he herido tu sensibilidad de artista, no era mi intención. Está claro q. los genes vascos se plasman en todo.Y ya se sabe q. aqui la gastronomía es cultura y es un arte tb.

De todas formas me dejo aconsejar por el chef tanto culinariamente como extra.

Así que vete preparando las especias y el tabasco. Me gustan las cosas picantes...

Y aunque tu digas q. no, yo si te veo maneras de escritor.

Anónimo dijo...

No me has herido para nada, tranquila, mis comentarios siempre van con humor y así recibo los ajenos.

Gracias por tu última frase, hoy me acuesto más contento, que llevo un díaaaaaa...

Anónimo dijo...

Bueno, bueno. La cuenta atrás casi ya ha empezado. Me he metido en tu página de la mano de la curiosidad. Me ha gustado y sorprendido mucho lo q. he encontrado. Entre otras la fábrica de ideas. Lo único, q. me cae un poco a desmano el estudio. Q yo zoy de aquiiiiiiii, pero bueno. Por lo menos nos tomaremos el pelo en la expo..........jajajjaj

Anónimo dijo...

Gracias por navegar por mis lugares de creación. Como ves no sólo desnudo a las chicas... también hago otras obras.

¿A desmano? ¡Ni que estuvíeramos en continentes separados! Ya hablaremos ya. Quizá no vuelva a entrar por aquí en estos días. La próxima vez oriremos nuestras voces.

Beso final. En Donostia más.

Anónimo dijo...

Un placer. Gracias a ti por mostrarnos tus obras tan magníficamente. Me sorprendí gratamente.

Y no me extraña q no entres más por aquí pq ya no queda nada para la expo y claro hay q. preparar las cosas.

No te preocupes, ahora sé quién eres y te saludaré. Von Voyage